La generación de cristal, también conocida como generación Z, es un grupo demográfico que se caracteriza por el uso generalizado de tecnología y redes sociales. Nacidos entre mediados de la década de 1990 y principios de la década de 2010, han crecido en un mundo hiperconectado, donde la información y la comunicación están a su alcance. Por eso, es importante hablar sobre el apego y la nueva generación de cristal.
Apego y la nueva generación de cristal
El acceso constante a la tecnología presenta sus ventajas en la sociedad actual. Sin embargo, también ha generado preocupaciones sobre el apego y la dependencia.
Algunos expertos argumentan que la generación de cristal es más propensa a la ansiedad, la depresión y otros problemas de salud mental debido a su uso excesivo de dispositivos electrónicos. Es el caso de las redes sociales, que pueden potenciar la comparación social y la ansiedad, ofreciendo un falso soporte emocional superficial.
Recordemos que el apego es un vínculo emocional que se forma entre un niño y su cuidador principal. Este vínculo se desarrolla en los primeros años de vida y juega un papel crucial en el desarrollo social y emocional del niño.
De este modo, los niños con apego seguro se sienten amados, apoyados y seguros, mientras que los niños con apego inseguro pueden tener dificultades para regular sus emociones y formar relaciones saludables.
En cuanto al apego en la nueva generación de cristal, existen investigaciones que sugieren que la forma en que la generación de cristal interactúa con la tecnología puede afectar su desarrollo del apego.
Por ejemplo, los niños que pasan mucho tiempo frente a pantallas pueden tener dificultades para desarrollar relaciones sociales saludables en persona. Además, la dependencia excesiva de la tecnología puede conducir a sentimientos de aislamiento y soledad.
Por ello, si bien es importante estar atento a los posibles riesgos del uso excesivo de la tecnología, también es importante recordar que ésta puede ser una herramienta valiosa para la conexión y el aprendizaje.
La clave es encontrar un equilibrio saludable entre el uso de la tecnología y otras actividades, como pasar tiempo con amigos y familiares, participar en actividades físicas y practicar la atención plena o mindfulness.
Apego saludable
Los padres que quieren conseguir apegos saludables con sus hijos, tienen en su mano poderosas herramientas que utilizar.
Por un lado, pasar tiempo de calidad con sus hijos. Es decir, estar presentes y comprometerse al 100%, sin distracciones como pantallas o teléfonos.
Por otro lado, el afecto y el cariño son primordiales para tender lazos fuertes y hacerles sentir amados.
Al mismo tiempo, es fundamental establecer límites saludables para el uso de la tecnología. Entre ellos, limitar el tiempo frente a las pantallas, buscar actividades alternativas o acotar zonas libres de tecnología en el hogar.
Finalmente, hablar con los hijos sobre sus emociones, les ayuda a expresarse y a entender lo que sienten.